DIA 5: 03 de Mayo - Dia de Volcanes...
Como ya
sabéis, habíamos aterrizado en Mývatn de rebote al no poder cruzar hacia el
desierto interior de Kjölur. Aquella mañana nos levantamos directos a estudiar
la guía para saber si compensaba quedarse dónde ya estábamos o mover el
campamento hacia el Norte. La primera imagen de la mañana, desde luego, hacía
presagiar lo mejor: frente a la cabaña, el lago salpicado de islitas y grupos de
pájaros de todos los tipos donde quiera que se moviesen los ojos. El nombre del
lago resulta curioso en su traducción: “lago de la mosca enana”;
más que nada
porque las moscas a las que hace referencia, sólo aparecen en verano. Aún así,
el resto del año sigue siendo una reserva aviar espectacular ... Y hasta aquí la
frase “currada” de esta crónica.
Después de
una encuesta general, se veía que el grupo necesitaba un día menos intenso en lo
que lo que a coches se refiere; pero nadie quería perderse un ápice de CULTURA
islandesa, así que nos pusimos en marcha hacia el
Parque Nacional de Jökulsárgljúfur. Dentro del parque se encuentra
Dettifoss, la cascada más
caudalosa de Europa, que cuenta con 44 metros de caída. Sabíamos que parte del
parque se encontraba bajo la nieve y que tan sólo podíamos visitar la parte
superior, Ásbyrgi. Por la tarde y tras haber recorrido la zona, se intentó la
incursión hacia el área de acampada de Rauđholl (desde donde podríamos acceder
tanto a Dettifoss como a
Selfoss) pero tuvimos que darnos la vuelta. Al iniciar
el camino por la carretera que se desvía, nos topamos con nieve que se empezaba
a acumular a los laterales. Unos metros por delante, la nieve en estado líquido,
se deslizaba por encima de la carretera llevándose parte del asfalto por
delante. Todo obstáculos sorteables hasta que ... ¡nos encontramos el mismo
panorama del día anterior, carretera escondida bajo la nevada! Dada la
experiencia de la tarde pasada, una cosa era segura: el todoterreno que estaba
vez iba en segunda posición no cruzaba ni a palos por ahí. El ingenio ALUCHINO,
agudizado por el hambre y la extenuación automovilística, se lanzó a desenterrar
parte de la carretera siguiendo las huellas del primer todoterreno, el Land
Rover. Todo con el fin de hacer pasar el segundo todoterreno por esos raíles
improvisados sobre la nieve. Cuando ya el grado de congelación de los dedos era
suficiente, se desistió de la tarea y se dio media vuelta, no sin antes
inmortalizar el momento.
Pero
bueno, que estamos contando parte de la tarde y aún no hemos entrado en
Jökulsárgljúfur. Este parque es famoso por el cañón que lo recorre (culpa de una
riada de proporciones gigantescas provocada por diversas erupciones bajo la capa
de hielo del glaciar; lo que en islandés se conoce como “jökulhlaups”) y las
ruinas de las montañas volcánicas de los alrededores. Un DATO importante
es que el río que discurre por el cañón tiene su nacimiento en el
Vatnajökull y
desemboca en el Océano Ártico; ¡SELLAZO! Todo este paraje “de miedo” se debe a
la potente explosión de un volcán hace unos 8000 años. Todas las que se fueron
produciendo sucesivamente, consecuencia de aquella primera bajo el río,
destrozaron las montañas existentes. En la parte norte, la que nosotros
visitamos, está Ásbyrgi, un cañón con forma de herradura. Desde allí, otra vez
en el coche, hasta Dimmuborgir, unos campos de lava cercanos al lago de
Mývatn.
Este
laberinto de más de 2000 años de antigüedad está compuesto por cavernas, túneles
y formaciones rocosas que dan la impresión de una ciudad negra construida sobre
la piedra y sepultada por la lava. Esto se debe a que las explosiones de los
volcanes Þrengslaborgir y Lúdentarborgir, que expulsaron lava por encima de la
especie de laguna que era Dimmuborgir hace 9000 años. La lava se fue enfriando y
sedimentando en la superficie y creando columnas por el interior del lago. Un
movimiento sísmico, quizás, fue el causante de que finalmente la superficie
cediera y se resquebrajara dejando al descubierto las formas que la lava había
creado en las distintas terrazas del suelo. Uno de los lugares del recorrido,
quizás el más vistoso, es una cueva conocida como Kirkjan (iglesia) por lo mucho
que recuerda a una capilla gótica. Aprovechando el alto en el camino, CAPELO y
ELENA no pudieron remediarlo y se casaron allí mismo. Bueno, ya sabéis cómo son
estas cosas en los viajes, una ceremonia íntima, pocos invitados y ALI, actuando
de testigo, que consiguió hacerse con el ramo. ¡Y el que no se divierte es
porque no quiere!
Cuando nos
cansamos de tontear por las galerías, decidimos subir al
Hverfell, un cráter
circular de 1 kilómetro de diámetro. Como todo en esta zona, es consecuencia de
otra explosión volcánica (si es que de hecho, es un cráter, así que no hacía
falta ponerse redundante) y tiene un color negruzco, propio de la tefrita de la
que se compone, que resalta sobre el resto del paisaje más colorista. El camino
hasta la cumbre recorre la parte norte y no podemos continuar el diario sin
remarcar que RAQUEL no quiso PERDER DINERO y también subió hasta arriba. Y ahora
la pregunta “¿y qué merito tiene RAQUEL?” Pues que en aquel viaje a Islandia,
estaba ¡embarazada de cinco meses de LEYRE (que alguna Nochevieja más tarde
sería la protagonista de otro gran viaje)!
Antes de
iniciar la frustrada ruta hacia Dettifoss, estuvimos haciendo un poco el oso con
los todoterrenos. No contentos con constatar que uno de ellos era incapaz de
adherirse a la superficie, con lo que pasó a llamarse LA FUFA (apelativo
”cariñoso” con el que comenzaría a conocer un sin número de grandes coches, como
el que nos llevó o se dejó llevar en 2007 por la Costa Oeste de Estados Unidos o
el Xsara en su verisón Marroquí de 2006). Bien, pues LA FUFA o FUFILLA era
nefasto en tierra, pero había que ver lo bien que se lo montaba sobre el agua.
Un par de vueltas rápidas sobre los charcos y listo para seguir con el día.
La última
visita no podía ser otra que Krafla, donde el olor a azufre (irrespirable)
aportaba al día la dosis de TOXICIDAD necesaria para no parecer tanto una escena
de “Paseando a Miss Daisy”. Krafla es la zona que se extiende sobre una caldera
volcánica en la que se van sucediendo las coladas de lava unas encima de las
otras. Dentro de ella, está la fisura de
Leirhnjúkur que escupe vapor sulfuroso;
vamos, que el olorcito en cuestión tenía su sentido aunque no, razón de ser.
Como nos habíamos quedado con la miel en los labios el día que intentamos
atravesar dirección a Askja, aprovechamos para visitar el otro cráter más
conocido de Islandia, el Infierno o Viti. Aunque soplaba un viento de fliparlo,
nos asomamos al cráter para ver el lago verde que hay en su interior ... ¡Una
vez más la nieve no nos dejó comprobar el dato pero habrá que fiarse de las
fotos de la Lonely Planet! En esta zona se encuentra una Planta de Energía
Geotérmica que abastece gran parte del consumo energético del país. Dado que el
día había sido demasiado CULTURIZANTE y que el chorreo de DATOS se agolpaba en
nuestras cabezas, decidimos subirnos a unas motos de nieve que encontramos a
nuestro paso para liberar un poco de información.
Hay que
reconocer que el personal estaba cansado y es que, aunque no era el viaje más
TÓXICO ni mucho menos el más DAÑINO, las interminables horas sentados en los
coches empezaban a pasar factura. Volvimos a la cabaña entre risas y MAGIAS.
BERNON y CAPELO demostraron que eran capaces de leerse la mente el uno al otro y
nos tuvieron bastante entretenidos hasta que pillamos el truco del TABÚ
DIA 6:
04 de Mayo - En busca de las Ballenas, Fantastic!!! Terrible!!!
Aunque no lo parezca, que es lo bueno de este tipo de documentos, han pasado
casi dos meses desde la última vez que apunté una frase en este diario. Si a eso
le añadimos el tiempo que ha transcurrido desde la visita a Islandia (unos 2
años y 7 meses) nos encontramos ante uno de los grandes consejos que los
POLLUELOS encontrarán en este manual: “la crónica se escribe cuando se vuelve
del viaje”.
Así que tras la última tanda de emails
“amenazantes”, por parte del web master, nos ponemos en marcha con los tres
últimos días. El 4 de Mayo comenzó con el ruidillo de los patos, que acampaban a
sus anchas en los alrededores del lago Mývatn, martilleando la cabeza del
personal; eso sí, como el turista DIAMANTINO es un gran amante de la naturaleza
(sólo superado por Félix Rodríguez de la Fuente) y suele viajar escaso de
escopetas de caza, la cosa no pasó a mayores.
Con este comienzo, el sexto día del viaje será
recordado por la cantidad de animales que pudimos cruzarnos: empezando por el
elenco de personajes que viajábamos en los coches, los patos del lago, las
ballenas jorobadas y el primer “encontronazo” con frailecillos del viaje …
aunque no sería el último.
Sin perder mucho el tiempo, nos montamos en el
coche, dejamos las llaves de la cabaña donde las habíamos encontrado y nos
dispusimos a recorrer la distancia que nos separaba de
Húsavík. El plan del día
era llegar a esta ciudad costera al norte de Islandia, coger un barco ballenero
y después, aprovechar las horas de luz que quedaban hasta ¡las 11 de la noche!
para llegar a Akureyri, donde habíamos quedado con el dueño de la casa para
pagarle, y buscar un sitio dónde dormir a medio camino de los fiordos de Oeste.
La prima parada, como ya hemos dicho, fue
Húsavík,
que a parte de ser conocido como uno de los pueblos pesqueros más importantes de
toda Islandia, es el lugar desde donde salen la mayor parte de los barcos de
avistamiento de ballenas. Hacemos un pequeño paréntesis entre las casas de
colores del pueblo para aportar un par de DATOS sobre las
ballenas jorobadas que
se ven en la Bahía de Skjalfand. Lo primero es que la
ballena jorobada, a pesar
de no ser de los ejemplares mayores en tamaño, realiza la migración más larga de
todos los animales del planeta. Normalmente, la migración se realiza de Norte a
Sur, pasando el verano en cada uno de los hemisferios … ¿y qué quiere decir
esto? Pues que las ballenas que vimos en Islandia podrían ser las mismas que,
aprovechando el verano Austral, se dejaban ver en Diciembre en pleno océano
Antártico.
Volviendo al pueblo, aprovechamos la parada para
hacer un poco de turismo por el puerto y visitar algunas tiendas, donde la mano
de los más avezados POLLUELOS fue más rápida que la vista del dueño. En el
puerto, nos encontramos con un pescador que había visitado España en sus viajes
pesqueros y que nos dio una vuelta por las distintas fábricas, lonjas e incluso
nos enseñó los almacenes de tiburón podrido (un delicatessen de la zona, que
gracias a nuestra DETERMINACIÓN, terminaríamos probando algún día más tarde).
Con nuestro bote de Hakarl, de regalo, bajo el brazo nos acercamos a una de las
oficinas que organizaban este tipo de viajes para comprobar que aún no había
abierto pero que la hora de salida del barco eran las 12 del mediodía.
Tirando de guía, nos volvimos a subir en los
coches y además de una parada de rigor en el
Museo Falológico de Islandia, con
la consabida foto para el hombre que ha dado a conocer el falo español en las
tierras nórdicas, seguimos dirección al Parque de Jökulsárgljúfur. Como buenos
seguidores de la TRAMA ISLANDESA, sabréis que es el parque que habíamos visitado
el día anterior (en parte, porque la nieve se cruzó en nuestro camino). Esta
vez, llegamos a la zona norte y pasamos un rato en el parque, donde comienza el
cañón de Ásbyrgi, entre lagos helados y uno de los pocos bosques que recuerdo en
toda Islandia.
En
Húsavík, hay dos compañías que realizan las
salidas para ver ballenas. No recuerdo exactamente con cuál de ellas fuimos
nosotros, pero sí recuerdo que era la única que había empezado a funcionar días
antes. Todos los que queráis embarcaros, y nunca mejor dicho, en excursiones de
este tipo, tenéis que planear el viaje a Islandia en la fecha que coincida con
la estancia de las ballenas. Normalmente, suelen llegar en Mayo y permanecen
allí hasta Septiembre, alimentándose. La más conocida de las compañías, porque
fue la primera que comenzó a operar, es la
Norđur Sigling (http://www.northsailing.is/)
que opera todos los meses, pero si os encontráis sus barcos llenos también
podéis acercaros a la oficina de Hvalaferđi, aunque tiene un calendario más
reducido.
Últimamente, lo de las ballenas ha empezado a
estar algo más difícil pero sin provocar el pánico POLLUELAR. A los Islandeses
les ha dado por volver a cazar ballenas, así que a ver lo que les dura el
chiringuito… Lo peor, sin duda, la excusa; ¡que resultaba más rentable
compaginar las dos actividades! Si se les acaban las ballenas, veremos que les
resulta o no rentable.
Espíritu ecologista a parte, ¡el rato en el barco
resultó una pasada! Hay que contar que, en cuanto a ver ballenas, no las
teníamos todas con nosotros. Es cierto que las ballenas pasan los veranos
alimentándose de Krill, pero durante la época de las migraciones, no comen nada
hasta llegar a su lugar de destina. Con el agravante que tiene la migración
hacia el norte, en la que muchas de las ballenas viajan con las crías nacidas a
finales del verano austral. Así que estábamos avisados, la posibilidad de que
una de ellas saliera a la superficie era más bien baja (aunque todos nos sepamos
de memoria eso de que tienen que respirar cada cierto tiempo) porque suelen
sumergirse en las profundidades a por el plancton.
Por la potra que tuvimos (incluso vimos una madre
con su cría), seguramente, recordamos mejor aquel día porque aunque el cielo se
nubló y nos quedamos “pajarillos” en el barco, ¡pudimos ver las ballenas súper
cerquita y además, una pareja de frailecillos que se mecía entre las olas! ¡Hay
qué ver qué bichos más entrañables, pero también más tontos estos frailecillos!
Entre las ballenas y los trajes que nos prestaron en el barco para no sentir
demasiado el frío, sobresalía la voz del … No era el capitán, ni tampoco uno de
los marineros, era el guía … ¡el tío del micrófono! ¡Qué risas nos pudimos
echar! Lo mejor de esto, haberlo recogido todo en varios videos. El tío era un
auténtico showman (ni Julio Iglesias en sus mejores tiempos): FANTASTIC!
BEAUTIFUL! AND THERE SHE GOES … AFTER MUUUUUM! INCREDIBLE!!!!! HAVE
A NICE DAYYY!!!!
Antes de volver, nos dieron a todos chocolate
caliente y bollos; unos pasteles de canela que terminó repartiendo BERNON por
todo el barco. De los trajes azules que algunos llevaban y que debían ser mazo
calentitos porque estaban forrados de lanita, la imagen de CAPELO como el
auténtico MUÑECO DE FELPA … Lo que dio de sí un barco tan pequeño.
Tras la resaca marítima y 91 kilómetros, llegamos
a Akureyri. Como el tiempo no se nos había echado encima, utilizamos el ratillo
de espera para lavar el coche en una gasolinera. Algo que por cierto, en
Islandia, es gratis imaginamos que por la excedencia de agua que tienen todas
las islas. ¿Alguien se acuerda a estas alturas del viaje del episodio de la
montaña de Vík? ¿De cómo habían quedado los coches, pero sobre todo uno de
ellos, tras rebozarse por el barro abundantemente? Finalmente, y unos poco
minutos bajo el agua a presión, las marcas de semejante DAÑO AUTOMOVILÍSTICO y
del que fueron sufriendo los días posteriores desaparecieron. En la puerta de un
centro comercial, nos esperaba el dueño del COTTAGE, le pagamos las dos noches y
tras revisar algún escaparate y comprar provisiones, encaminamos la carretera
hacia los fiordos.
En este momento de la crónica, vamos a hacer un
parón para introducir el HECHO MÁS GRAVE, si no ya del viaje, DE TODOS LOS
TIEMPOS. Todavía en España, antes de empezar el viaje, se compró algo de comida
para el kit de supervivencia de los primeros días. Esta comida se cargó en una
bolsa amarilla en la que nadie pareció reparar. Y es que aquella bolsa, no sólo
nos estaba dando de comer, si no que era una bolsa amarilla que durante
generaciones había alimentado a los miembros de la familia RUIZ SERRANO y al
propio WICHO, desde su más tierna infancia. Pues bien, POLLUELOS, el que todos
recordaremos como el DAÑO por excelencia del viaje, lo sufrió la pobre bolsa.
Resultó que la bolsa amarilla guardaba lo necesario para un desayuno completo:
leche, cacao y … ¡galletas María! Resultó también que la bolsa amarilla, al
abrirse una de las botellas de leche (que no debía ir bien cerrada), provocó un
efecto BATICAO en el interior, mezclando leche, galletas, y todo lo que pilló a
su paso. La voz de alarma saltó cuando ALI descubrió un reguero de leche que
corría por el suelo del coche. Al parar y seguir el rastro, encontramos la bolsa
completamente empantanada ¡Menuda pasta se había formado! Y por encima del flipe
popular, las palabras de WICHO: “yo puedo no haber ido al MATUTE, incluso puedo
que no haya ido mi padre, pero la bolsa ha ido siempre”; ¡de óscar!
Tras dar tantas vueltas como los ríos de la
región, nos acercamos a un hotel que aparecía en la guía. El hotel era de la red
(HI) Hostel International, que hacen descuento con el Carnet de Alberguista (http://www.injuve.mtas.es/).
El hostal creo recordar que era el
HI
Smiđsgerđi (Smidsgerdi youth hostel -
Saudarkrokur, Iceland - Hostel Name: Smidsgerdi youth hostel - Address:
Holahreppur Skagafridi, Saudarkrokur, Iceland - Phone: +354 453 7483 - Fax: +354
453 7483) y también tocó hacer algo de trama para colarnos sin ser vistos.
Muchos de los VIAJEROS DIAMANTINOS venían medio viaje vacilando con que habían
visto auroras boreales en Finlandia, lo flipante que eran y cómo los demás no
las íbamos a ver porque viajamos a Islandia en una época en la que es raro que
ocurran estos fenómenos (normalmente, son visibles hasta Abril). Con el
consiguiente debate que se había generado sobre qué carajo era una aurora
boreal.
En esta última parte del día, vamos a hacer dos
parones en el diario para nuestras LECCIONES POLLUELARES. El primero es éste, en
el que trataremos el tema de los DEBATES DIAMANTINOS y el siguiente, vendrá unas
líneas más abajo, para introducir otro concepto de suma importancia: TE PERDISTE
LO MEJOR DEL VIAJE. Todo POLLUELO debe aprender desde su más tierna infancia
viajera a debatir dentro del contexto ALUCHINO. Hay dos reglas básicas,
instauradas por SAÚL, que todo debatista debe conocer: las posiciones son
inamovibles y todo es susceptible de debate. Sobre las auroras se escucharon
carajazos de impresión, pero como están enmarcados dentro del debate y en el
momento, no suele haber posibilidad de cotejar los datos, todo es válido.
Para introducir un poco de CULTURA, resumiremos
que las auroras boreales son electrones y protones procedentes del sol que
impactan con la atmósfera cerca de los polos (el exceso de energía que se
produce por el choque de estas partículas y las moléculas atmosféricas se hace
visible en forma de luz), y que CHEMA se pasó media noche, entrando y saliendo
del hotel al grito de “una aurora boreal, una aurora boreal”. Claro, las dos
primeras veces, coló la historia pero en las sucesivas entradas, ya nadie se
creía media y no movimos un pie. Lo que casi llegar a ser nuestra perdición
porque la última de las veces, que no variaba de las anteriores ni en entusiasmo
ni en energía pulmonar, ¡sí que había una aurora boreal esperándonos fuera! ¡Fue
una auténtica pasada! Y allí estábamos todos, con otro grupo de españoles que
también estaba en el hostal, como hipnotizados por el asunto; hasta que se oyó a
CAPELLO decir “eran mejores las de Finlandia”.
¿Cómo reacciona un POLLUELO en ese momento? Pues
ante todo, bien, porque se está en presencia de un JEFE y sobre todo, muy bien,
porque los POLLUELOS deben saber que si alguien se pierde una excursión, un día,
un país, un ápice de DAÑO, una gota de TOXICIDAD, SE HA PERDIDO LO MEJOR DEL
VIAJE. Y esta aurora boreal no iba a ser una excepción.
Con la aurora boreal aún coleando y tras un baño
en la "piscina del hostal" una poza de agua caliente sulfatada natural (en muchos alojamientos islandeses es habitual
encontrarse piscinas termales en el exterior en las que se puede estar aunque
estés a una temperatura bajo cero), nos fuimos todos a dormir.